Esta semana, el domo del Planetario se llenó no de estrellas, sino de datos y mapas de TransMilenio y la forma en que Bogotá se mueve en transporte público.
Esa proyección, hecha con el recién adquirido proyector láser Griffyn 4K32-RGB, uno de los más modernos de América Latina, fue el abrebocas del lanzamiento de la edición digital 2020 del libro Mi Transmi en mapas, que incluye 34 mapas –en formato estático y gif– con información relacionada con tiempos de viaje, zonas donde las personas más dinero invierten de su salario en transporte público, viajes de adultos mayores, cicloestaciones del sistema y, un mapa único en su tipo en Colombia, los viajes que hacen las mujeres en el sistema masivo.
Lanzamos el libro con el fin de que más personas puedan analizar y sacar resultados de estos análisis con el objetivo de poder mejorar el servicio que brindamos a los bogotanos.
El libro, que tiene versión física (que puede comprarse por la página web de TransMilenio) y digital (abierto y gratuito) y que puede ser consultado por cualquier persona, se divide en cinco capítulos: ‘Nuestros s’, ‘Modos alternativos de transporte’, ‘Componente zonal’, ‘TransMiCable’ y ‘Componente troncal’.
La idea, según explicó TransMilenio, es que esta sea “una herramienta de consulta abierta que permitirá que grupos de interés, académicos, periodistas y ciudadanos en general puedan conocer, estudiar, analizar y comprender de manera gráfica la trascendencia social y técnica del Sistema”.
Incluso, según indicó el gerente de TransMilenio, Felipe Ramírez, al ser esta una herramienta de datos abiertos y descargables, el objetivo es que esta información pueda ser analizada por ciudadanos y academia y que, al final, pueda ser regresada a la empresa en forma de sugerencias y propuestas de mejora.
“Lanzamos el libro con el fin de que más personas puedan analizar y sacar resultados de estos análisis con el objetivo de poder mejorar el servicio que brindamos a los bogotanos. Pero también lanzamos la marca TransMiData, que es donde va a reposar toda esta información para que cualquier persona pueda halarla de allí, analizarla y devolvérnosla o hacer sus propios análisis para la academia o lo que se necesite y poder seguir pensando en los millones de datos”, manifestó Ramírez, al final del evento de lanzamiento.
Los datos de esta publicación corresponden, en su mayoría, al 2020. Fueron tomados de fuentes como “validaciones en el sistema, datos anonimizados de las tarjetas personalizadas, los ejercicios de modelación de la entidad, los registros de la infraestructura del sistema”, y, aunque corresponden a un periodo atípico de la ciudad, Ramírez sostiene que pueden ser claves para comprender el comportamiento de la movilidad y para las proyecciones.
“En 2020 vimos, por ejemplo, cómo cambió la movilidad del adulto mayor. Puede parecer un efecto obvio, pero en términos de política social es muy importante entender qué afectación tuvieron, qué patrones nuevos tenemos a diciembre y qué patrones nuevos aparecen. Tenemos que seguir estudiando, puede que algún día volvamos a lo que teníamos antes o puede que no. Por eso es importante hacer ese seguimiento”, argumentó.
EL TIEMPO exploró el documento digital y le cuenta cuáles son los datos más interesantes que arroja (vea también los tres gráficos).
Género
Este es un mapa único en el país que permite visualizar cómo y dónde se mueven las mujeres en Bogotá. De acuerdo con TransMilenio, que elaboró el gráfico a partir de la Encuesta de Movilidad 2019, “las mujeres (lo) utilizan mayoritariamente (50 por ciento o más) respecto al total de s que usan los servicios brindados por TransMilenio”. Incluso, como resaltó la secretaria de la Mujer, Diana Rodríguez, durante el lanzamiento, hay sectores donde la mayoría de pasajeras es más que notable y, por tanto, estos mapas arrojan información para fortalecer el Sistema Distrital de Cuidado.
“Portal Américas necesita todos los servicios del sistema de cuidado. Más del 75 por ciento de las personas que utilizan el transporte allí son mujeres”, dijo. TransMilenio anota que esta misma proporción se da en localidades como Engativá, Fontibón y Kennedy (especialmente en las zonas limítrofes con Cundinamarca) o en el área cercana al Portal del Norte.
Tiempos de viaje
El tiempo promedio de viaje en el sistema es de 60 minutos. No obstante, hay personas que pueden tardar más de 90 minutos. Según TransMilenio, “las áreas más críticas son Soacha, el sector occidental de la UPZ Tintal Sur, conocido como Bosa Recreo y Metrovivienda, así como el sur de las localidades de San Cristóbal y Usme”. Además, el mapa también arroja puntos críticos en Engativá y algunos puntos de Suba (ver mapa).
Una de las explicaciones podría darse con el mapa ‘Viajes generados por trabajo’. Frente a este, Ramírez resaltó que la mayor concentración (superior a 7.000) de este tipo de movilizaciones está en una zona que tiene forma de ‘7’ y que se dibuja a lo largo del nororiente y baja por la calle 26 hacia el occidente. Es decir, allí se concentran la mayoría de empleos, pero el sur se ve más bien vacío (menos de 1.000 viajes): “Eso tiene una implicación gigante en términos urbanísticos: (los que viven al sur) son personas que tienen que viajar largos trayectos, y hace que esa definición de esa ‘ciudad de 15 minutos’ sea más difícil de alcanzar allí”. Eso provoca que el sistema de transporte se vea de alguna forma colapsado por esos viajes tan largos.
Lo que invertimos
Como los mapas lo hacen evidente, habitantes del sur y suroccidente de Bogotá son los que más tiempo invierten en transporte público, pero otra desventaja que también los azota es la importante suma de dinero que invierten en él. De acuerdo con el mapa ‘Ingreso por hogar dedicado a transporte público’, habitantes de zonas en Soacha, Bosa, Ciudad Bolívar, Usme y de un sector de borde en Usaquén invierten más del 20 por ciento de sus ingresos para tomar un bus.
Otros datos
Llama la atención el mapa de ‘Biciestaciones’, que refleja una falta de cobertura de cicloparqueaderos en prácticamente toda la troncal de la Caracas, la avenida Suba y la NQS. Durante el evento se manifestó que podría deberse a que, por ser troncales de las primeras fases (primera década del 2000), coincidieron con un periodo en que la intermodalidad y la movilidad en bicicleta quizá no tenían tanta atención.
Para los interesados en los cambios en la movilidad durante 2020, el capítulo 3, ‘Componente zonal’, contiene varios mapas dinámicos que muestran los cambios de comportamiento durante la pandemia.
Por otra parte, una cartografía como ‘Demanda en TransMiCable’ evidencia que el componente del sistema que menos sufrió bajas en la demanda en medio de la crisis sanitaria fue, curiosamente, el TransMiCable de Ciudad Bolívar. Per, si usted quisiera ver cómo cambió la demanda por estaciones de TransMilenio durante la pandemia, podría consultar el mapa ‘Disminución de los viajes por covid-19’.
EL TIEMPO