Distrito Verde en Bogotá: Secretaría de Ambiente se pronuncia sobre condición del terreno donde operará el nuevo espacio para eventos

Luego de que se conocieron las inquietudes y quejas por parte de algunos ciudadanos con respecto a Distrito Verde, quienes aseguran que el nuevo espacio para grandes eventos en Bogotá es un humedal, la Secretaría de Ambiente le detalló a EL TIEMPO las características de este predio de 24 hectáreas, ubicado en la localidad de Teusaquillo.

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La comunidad afirma que ya se han hecho análisis en la zona que determinarían que es un humedal, pero que no ha sido reconocido por el Distrito. “La Fundación Humedales de Bogotá hizo un estudio, en 2012, comprobando que efectivamente era un ecosistema de humedal, solo faltaba que la entidad competente hiciera su reconocimiento”, dijo Roxana Sarmiento, coordinadora de la Veeduría del Plan Maestro del Simón Bolívar.

Al respecto, la Secretaría de Ambiente aseguró que en 2013 elaboró un informe técnico en el que se revisó información de sensores remotos (fotografías aéreas e imágenes satelitales), la cual determinó que no hay presencia “de drenajes o espejos de agua” característicos de un humedal.

“Los encharcamientos que se presentan corresponden a interrupciones del drenaje ocasionados por las intervenciones antrópicas (actividad humana), condiciones que no han presentado cambios significativos a la fecha”, explicó la entidad para este diario.

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Se concluyó, además, que en este sector hay presencia de “especies colonizadoras” o invasoras, como retamo espinoso, retamo liso y lulo de perro, que infieren la falta de manejo del predio. “De igual forma, la avifauna registrada no corresponde a especies características de ecosistemas de humedal”, añadió la Secretaría de Ambiente.

Esto coincide con lo afirmado por Ocesa, promotora a cargo de Distrito Verde, la cual aseguró que los estudios realizados por el Distrito han sido “compartidos y socializados repetidamente con la comunidad a través de las autoridades competentes, así como en los distintos espacios de socialización y visitas”.

Añadió que ha llevado a cabo más de 40 reuniones y mesas de trabajo con las autoridades del Distrito, entidades y la comunidad vecina, de las cuales 18 se han realizado directamente con la comunidad, contando con la participación de las Juntas de Acción Comunal de los barrios Salitre-El Greco, La Esmeralda y Quirinal, así como Asojuntas Teusaquillo y la asociación Asovecinos Teusaquillo.

Cabe resaltar que este terreno tiene una regulación que se encuentra dentro del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la ciudad. Allí está catalogado como parque contemplativo, es decir, es un área destinada a actividades recreativas y culturales.

Por lo tanto, se exige que en esta zona la superficie verde tenga una cobertura mínima de 75 por ciento, por lo que solo un 25 por ciento se puede usar para la instalación de estructuras versátiles, móviles y temporales (carpas, casetas, escenarios, etc).

Sarmiento también mencionó que los vecinos están preocupados porque los eventos que ya se están haciendo allí han afectado las condiciones de ruido y de movilidad del sector. “Es una zona donde hay adultos mayores y hacer festivales de 50.000 personas va a perjudicar la tranquilidad del barrio”.

Ocesa, en respuesta a esta afirmación, dijo que el espacio está pensado para diversos eventos culturales y de entretenimiento, y que cada uno de ellos contará con un plan de movilidad, como lo exige la ley y el Comité Comité del Sistema Único de Gestión para el Registro, Evaluación y Autorización de Actividades de Aglomeración de Público (SUGA).

Dentro de dicho comité participa activamente la Secretaría de Ambiente para que haga las validaciones de emisión de ruido correspondientes. “Asimismo, en las mesas de trabajo que se han adelantado con la mayoría de la comunidad se han evidenciado acciones que se tomarán para mitigar la presencia de vendedores ambulantes, tráfico, parqueo en la calle y ruido”, agregó la empresa.

Sarmiento, por otro lado, dijo que las intervenciones en el terreno con maquinaria pesada habrían iniciado en febrero sin informar a la comunidad y “sin permisos ni licencias urbanísticas”.

Al respecto, Ocesa mencionó que la normatividad en estos predios “no exige permisos ni licencias para iniciar obras de adecuación del terreno, como movimiento de tierras o instalación de estas estructuras”.

El alcalde Carlos Fernando Galán, asimismo, dijo en una rueda de prensa reciente que este predio, que es de la beneficencia de Cundinamarca, en el POT “contempla la posibilidad de unas intervenciones temporales y limitadas (...) Nosotros estamos revisando que la intervención que se haga cumpla con la normatividad vigente de Bogotá”.

La Secretaría de Ambiente, por otro lado, indicó que en el predio se han dado cuatro autorizaciones de tala de árboles, por las condiciones físicas y sanitarias que presentaban estos individuos evaluados en el momento de cada visita.

En materia de silvicultura, flora y fauna silvestre, actualmente ante esta entidad se encuentra en trámite de evaluación “un permiso de aprovechamiento silvicultural por obra de infraestructura por parte de Ocesa”, el cual se encuentra en revisión técnica y jurídica de la documentación aportada.

Añadió que el pasado 28 de agosto se realizó una visita a los predios para verificar las denuncias sobre intervención de árboles sin autorización. “Como resultado se establecieron hallazgos que son materia de investigación”, concluyó la Secretaría.

LAURA VALENTINA MERCADO

REDACCIÓN BOGOTÁ