Miles de toneladas de escombros mezclados con basuras que no han sido tratadas y que actualmente se encuentran acumuladas en el relleno sanitario Doña Juana, podrían causar una grave emergencia sanitaria en Bogotá.
Así lo afirmó Mauricio Bernal, Representante Legal de CGR, Centro de Gerenciamiento de Residuos Doña Juana, quien dijo: “Nos preocupan muchísimo las consecuencias de esta situación en el medio ambiente y los habitantes de Bogotá. Hay una enorme cantidad de basuras y escombros regados dentro del relleno, que están produciendo afectaciones ambientales como la proliferación de moscas, ratas y malos olores, que resultan nocivos para la comunidad aledaña a Doña Juana. Además, se registran daños al suelo por los líquidos que derraman las basuras y hay un incremento en el riesgo de incendios por la acumulación de materiales inflamables. El patio para la recepción y tratamiento de los residuos colmó ya su capacidad”.
Según aseguró, esta situación se debe a que la directora de la UAESP, Luz Amanda Camacho, prohibió el tratamiento de estos residuos al concesionario CGR a pesar de que venía desarrollando eficientemente esta labor. Es tal la magnitud del problema que la cantidad de residuos acumulados equivale, aproximadamente, a diez veces el área de la cancha del Estadio El Campin.
CGR le solicitó insistentemente a la directora de la UAESP que le permita continuar con el tratamiento de los residuos, pero se negó a hacerlo y le advirtió al operador que si incumple la prohibición adelantará acciones istrativas en su contra.
Debido a esta respuesta, CGR presentó una denuncia penal en contra de Luz Amanda Camacho por contaminación ambiental y prevaricato por acción.
“Hacemos un llamado urgente para que las autoridades competentes permitan llevar a cabo el indispensable tratamiento de estos residuos que consiste en separarlos, clasificarlos y procesarlos para evitar su nociva acumulación y el daño al medio ambiente. Esta es una labor que venimos realizando eficientemente desde hace más de 6 años usando toda nuestra experiencia, tecnología y recurso humano”, aseguró Mauricio Bernal.
El concesionario también advierte que si no se encuentra una solución rápida y definitiva, este problema puede afectar a toda la ciudad porque cuando la capacidad del relleno llegue a su límite, no habrá otro lugar a donde llevar los residuos y es posible que queden abandonados en las calles de Bogotá, lo cual evidentemente sería muy grave.
El pasado martes 28 de abril se produjo un deslizamiento en el relleno sanitario Doña Juana, que prendió las alarmas en la ciudad y una comisión de la Unidad istrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) y de organismos de socorro se tuvo que dirigir a la zona a corroborar la magnitud del alud.
REDACCIÓN BOGOTÁ