Miguel Camilo Parra, en libertad por vencimiento de términos, busca demostrar que los hechos por los que fue acusado (atacar a su entonces pareja con un hacha) fueron manipulados, según informó a este diario su abogado, César Londoño.
Semejante declaración no deja de causar estupor, sobre todo, por el lamentable testimonio que dio la víctima Ángela del Pilar Ferro Gaitán, el pasado 17 de octubre de 2020, sobre el ataque e incluso por las fotos que compartió con los medios de comunicación en donde se veían las heridas en su cabeza. Ella, quien no entiende cómo su atacante se atreve a dar declaraciones, le dijo a EL TIEMPO que por ahora esperará antes de pronunciarse sobre el tema.
Londoño en cambio está dedicado a defender a Parra quien estaba preso desde el 29 de octubre del año 2020 en la cárcel Distrital. “Él estaba encerrado de forma injusta. Hay suficientes pruebas de que la Fiscalía ocultó evidencias, renunció a la historia clínica, renunció a los primeros respondientes, hubo muchas contradicciones”. Pero la verdad es que Parra está en las calles en virtud de la causal segunda de libertad. Transcurrieron 150 días desde el inicio del juicio oral sin que se hubiese emitido sentido de fallo.
El abogado le dijo a EL TIEMPO que denunciará penalmente ante la Procuraduría a los dos policías que llegaron al lugar de los hechos. "Eso es por todas las irregularidades que cometieron. Estos primeros respondientes tendrán que explicar si alguien incidió para que manipularan las pruebas, para evitar el acordonamiento del área y para que le entregarán las llaves a los familiares de Ángela Ferro. Está claro que había que preservar el lugar tal y como estaba después del incidente. Es más, le entregaron las hachas de colección al papá de la presunta víctima. Todo eso desvió la atención del caso".
Pero, para la Fiscalía, Parra tendrá que tener muchas pruebas para demostrar que los hechos fueron diferentes a como los narró la víctima. Además, las audiencias fueron aplazadas en varias ocasiones por la defensa de Parra.
Según el ente investigador, luego de formulada la imputación de cargos el 27 de octubre de 2020 y la acusación, el 15 de enero de 2021, se fijó fecha para audiencia preparatoria para el día 8 de marzo de 2021, pero, a partir de ese momento, se presentaron cuatro solicitudes de aplazamiento por parte de la defensa. "Solo hasta el 31 de agosto de 2021 se dio inicio al juicio y el 24 de febrero de 2022 la defensa solicitó libertad por vencimiento de términos".
El juicio está avanzando hoy 30 de marzo y se están realizando los alegatos para que después el juez emita un fallo. Si es condenatorio, el fiscal pedirá inmediatamente que se expida orden de captura.
Pero Londoño dice tener pruebas importantes que desconoció el ente investigador. Por ejemplo, tiene la historia clínica en la que asegura se comprueba que cuando Ángela fue atendida por los médicos sus signos vitales eran normales y que solo requería de un día de incapacidad. "Ella llegó consciente".
Los hechos
Ese día, según el testimonio de la víctima, familiares y amigos, Ángela Ferro fue atacada violentamente por su pareja luego de una discusión. “El hijo de Ángela nos llamó suplicando ayuda. Nos dijo: mi mamá ha recibido un hachazo en la cabeza”, dijeron Óscar y Jonathan, amigos cercarnos de Ángela.
Ellos, dijeron en su momento, salieron corriendo a socorrer a la familia. “Cuando llegamos a la casa de ellos y ya estaba la Policía. El piso estaba ensangrentado. La mamá y la tía de Camilo hablaban de lesiones personales. Eso nos pareció insólito porque Ángela se estaba debatiendo entre la vida y la muerte en la clínica”.
Mientras ellos estaban en el lugar de los hechos, la joven había sido llevada al hospital Cardioinfantil llena de heridas y, dijeron ellos, completamente inconsciente.
El niño, testigo del intento de feminicidio, dijo que ambos se habían dormido y que a eso de las 2:30 de la mañana escuchó un fuerte ruido en la puerta de su casa. “Él bajó y vio a Miguel Camilo agrediendo a su mamá”, contó la familia.
Presuntamente, el agresor lo obligó a entrar en su habitación en contra de su voluntad. Ante la angustia y los gritos de auxilio pudo romper la puerta, pero el panorama que encontró fue escalofriante.
Su madre estaba tendida en el suelo. La sala de su casa y el cuerpo de Ángela estaban llenos de sangre. “Como si fuera poco, cuando Miguel Camilo lo vio levantó el hacha y lo amenazó para que no avisara a nadie. Le dijo: ‘no diga nada o vea lo que le espera’”, contó su tía.
Después de eso, aseguraron en su momento, le entrega el celular de su madre con el número 123 y le dice que lo perdone y sale corriendo con la filosa arma en sus manos. “En ese momento, él escapa y a los pocos minutos llegan los policías a llevarse a mi hermana”. El niño le dijo a su familia que intentó tomar fotos de todo, pero que personas cercanas al atacante no se lo permitieron.
Luego de ser testigos de semejante escena, Óscar y Jonathan se dirigieron al hospital a enterarse del estado de salud de su amiga. “Nos dijeron que requería de una cirugía en su cráneo, pues había recibido siete golpes contundentes con un hacha”. Miguel Camilo Parra tenía una colección, la cual presumía con regularidad en sus redes sociales.
Además, dijeron, la joven tenía signos de intento de asfixia mecánica, maltrato y muchas lesiones a causa del forcejeo. “Uno de sus senos estaba lleno de hematomas, al igual que su brazo. Una de sus uñas quedó desprendida de la carne”, contó su hermana.
Agregó que uno de los golpes fue tan severo que le fracturó a la joven la parte occipital del cráneo. “El otro golpe estuvo a tres milímetros de perforar la vena dorsal. Ella estuvo a muy poco de morir”.
Otro problema del que se enteraron a raíz del suceso fue que Miguel Camilo había cancelado la afiliación de Ángela a la EPS Famisanar el 14 de octubre de 2020, dejándola sin cobertura activa al momento del acto delictivo.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ