Aguaceros inundaron vías y causaron tragedias en Bogotá y Cundinamarca

Los aguaceros, que se prolongaron durante varias horas y que estuvieron acompañados de granizo en las tardes de este sábado y domingo, generaron varias emergencias que afectaron a decenas de familias de Bogotá y Cundinamarca y además colapsaron varios corredores viales de la región.

Según el director del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER), Guillermo Escobar, las lluvias afectaron a toda la ciudad, pero, sobre todo, la zona oriental de la localidad de Usaquén, Chapinero y las localidades Usme y Rafael Uribe Uribe.

En el barrio Santa Ana, en el norte, unos siete conjuntos residenciales resultaron afectados, muchos de los cuales tuvieron que ser evacuados por voluntad de sus habitantes. Hubo un represamiento de la quebrada con el mismo nombre que ocasionó que varias calles quedaran taponadas de lodo, que en dos apartamentos se entraran las aguas negras y que sótanos quedaran inundados de barro. El domingo las labores estuvieron enfocadas en la limpieza de los sedimentos que dañaron varios vehículos y en que la quebrada retomara su cauce. El Acueducto adelantó varias intervenciones.

Igualmente, con el fin salvaguardar la integridad de los visitantes y del personal a cargo de los recorridos, suspendió los ingresos al camino Santa Ana-La Aguadora. “Las condiciones climáticas afectaron los puentes que permiten el paso al camino y representa un riesgo”. Además, este domingo, Chapinero quedó vestido de blanco tras granizada.

Por otro lado, en Usme, tres barrios fueron gravemente afectados, entre estos, el Danubio Azul, Nueva Delhi y Valles de Cafam. En cada uno de estos unas quince viviendas y las familias que las habitaban lo perdieron todo. “Todas han sido caracterizadas por la Secretaría de Integración Social y a sus habitantes se les han entregado ayudas humanitarias”.

En la localidad de Rafael Uribe Uribe, tres barrios resultaron afectados por el taponamiento de los drenajes por basuras y lodos. “El Acueducto ha venido trabajando en estas zonas para que si vuelve a llover no tengamos mayores afectaciones”, dijo Escobar.

La entidad aprovechó para recordar el riesgo de construir en zonas de ronda y el respeto por los cauces de los cuerpos de agua. “No podemos seguir arrojando basuras, hay que realizar mantenimientos preventivos y trasladarse a sitios seguros cuando se presenten este tipo de fenómenos”, dijo Escobar.

Ayer, en horas de la tarde, aún se estaban adelantando los censos para identificar la totalidad de los daños que causaron las lluvias.

Durante y después del aguacero, un total de 55 municipios resultaron afectados por deslizamientos, inundaciones, crecientes súbitas y granizadas. Uno de los puntos críticos fue Tocancipá. Los sectores más damnificados fueron los Alisos y Quindingua. También se presentó el desbordamiento en la Quebrada La Esmeralda; organismos de socorro en compañía de la alcaldía municipal tuvieron que atender estas emergencias.

Durante todo el fin de semana continuaron los monitoreos y avanzó la caracterización de las familias afectadas. El alcalde, Andrés Porras, y su equipo de Gobierno acompañaron las labores de remoción de sedimentos que iniciaron a primeras horas de este domingo, así como el análisis y la valoración de las acciones para volver a la normalidad. “Les recomendamos a los tocancipeños hacer un manejo responsable de las basuras para evitar el colapso de las redes alcantarillado, que a la hora operan correctamente”, dijo Porras.

En La Calera, otra vez, quedaron destruidas las vías veredales que a pesar de las protestas no han sido intervenidas con soluciones de raíz. Las quebradas presentaron crecientes súbitas inundando el casco urbano. En la vereda Salitre, vías terciarias estuvieron inundadas y se presentaron deslizamientos sobre la Vía Nacional.

En Gachancipá la granizada y los fuertes vientos desbordaron quebradas y en Chocontá hubo un vendaval y las aguas de los cuerpos de agua que pasan por el municipio se salieron de su cauce.

A su vez, en la vía Zipaquirá-Ubaté hubo deslizamientos de lodo pasando el peaje de Casablanca. En este punto hubo recomendaciones de precaución, especialmente para el personal que transita en motocicleta ya que, por el paso de los automóviles, hay partes muy resbalosas.

En Guatavita hubo un deslizamiento sobre la vía perimetral Guasca-Guatavita y en Fusagasugá el alcantarillado colapsó. Y en Cabrera quedaron por varias horas sin fluido eléctrico debido a las descargas eléctricas, lo mismo que en Venecia.

Las fuertes tormentas que se presentaron este fin de semana causaron una tragedia que hoy deja a una familia desconsolada. El sábado un hombre de aproximadamente 25 años murió a raíz de una descarga eléctrica en la vereda Tomine Blancos, en el municipio de Guatavita. Su acompañante, una mujer también de unos 25 años, resultó herida y fue trasladada al hospital de Tocancipá.

Aunque inicialmente se había informado que se trataba de dos parapentistas, Álvaro Farfán, capitán de Bomberos Cundinamarca, aclaró que, al parecer, estas personas se estaban resguardando de la lluvia, cerca de la entrada de una escuela de esa actividad.

“Se transportaban en una moto, tanto él como ella (...). Bomberos Guasca se trasladó, pero como las vías están bloqueadas por caídas de arboles se les pidió el favor, por más facilidad, de llegar al punto Bomberos Tocancipá”, aseguró en un comunicado la institución. Cuando llegaron al lugar, encontraron a la joven con heridas leves y fuera de peligro, pero fue trasladada a un centro de salud. Por otro lado, el CTI de la Fiscalía hizo el levantamiento del cuerpo del hombre fallecido. La operación terminó a las 8 de la noche.

CAROL MALAVER

SUBEDITORA BOGOTÁ

@CarolMalaver