El autismo es un trastorno que afecta al desarrollo cerebral y una de sus principales dificultades sin la interacción social y la comunicación.
De acuerdo con el portal ‘Neuronas en crecimiento’, es difícil encontrar un nexo común que les permita a los profesionales ubicar las alteraciones del cerebro cuando una persona tiene autismo.
Estos profesionales señalan que también reviste de dificultad para ellos el utilizar el método neurologico clásico, porque al analizar el autismo, mediante neuroanatomia, no es posible encontrar coincidencias respecto a los síntomas de este padecimiento.
Para quienes se han dedicado al estudio de esta afectación, resulta difícil encontrar una relación anatómica entre los síntomas nucleares del autismo, además de que cada caso es totalmente distinto de otro, puesto que no todos los trastornos del lenguaje significan autismo.
Varios estudios demostraron que la aparición de epilepsia en algunos pacientes está relacionada específicamente con aquellos que tienen autismo, asimismo con esto se pudo determinar que el autismo no se trata de un trastorno emocional, sino posiblemente un trastorno biológico.
Por otra parte, también se estudiaron casos de niños que perceptiva lesiones en la corteza cerebral ocasionadas por traumatismos, nacimiento prematuro o parálisis cerebral; según los investigadores, esto también puede causar autismo, sin embargo, estos casos son especiales, puesto que se deben a lesiones en la sustancia blanca cerebral.
Otros estudios han determinado que existe relación entre el crecimiento del cerebro en los primeros años de vida y el autismo, pero no se conoce el porqué de este crecimiento.
Lo que pudo hallarse tras analizar la neuroanatomía del cerebro en autistas fue que se puede explicar solo parcialmente los síntomas que ya se conocen sobre la afectación. Aunque se han hecho varios estudios, aún no existen respuestas concretas sobre cómo se produce el autismo y así qué tratamientos llevar.
Algunos profesionales sugieren que se trata de un trastorno en el neurodesarrollo y que presenta manifestaciones particulares en cada paciente.
Así mismo, expresan que es difícil en las prácticas clínicas determinar o dar una explicación concreta sobre qué tratamientos específicos pueden aplicarse.
Esto requiere más investigación para poder entender mejor cómo funciona el cerebro y más aún cuando se presentan anomalías en este órgano y así poder crear tratamientos y terapias para proceder de la mejor forma.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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