A lo largo de la historia han existido diferentes relatos sobre personajes atrevidos e inteligentes, cuyas necesidades o gallardía los han impulsado a ser partícipes de hazañas que generan impacto.
Las historias sobre grandes crímenes que han existido y siguen existiendo son un gran recurso para las productoras, las cuales se encargan de recrearlas y llevarlas a las pantallas, a sabiendas de que son productos muy consumidos.
Esta es una de esas historias, posiblemente una de las más famosas en su ámbito y las que más impacto ha generado en su momento a una sociedad en plena transformación, pues se encargó de inmortalizar en la cultura popular, abriendo la puerta de una nueva forma de mirar los sucesos narrados.
La planeación
En 1960, Bruce Reynolds, un joven británico dedicado a la delincuencia común, vio con mucha preocupación su situación económica y legal. Ya había estado varios periodos en prisión por distintos robos hechos en el pasado.
El joven, con cierta experiencia en el mundo criminal, necesitaba salir urgentemente de sus afanes financieros y graduarse como un criminal de reconocimiento y respeto acompañado de grandes fortunas.
Fue así que, durante su estancia en prisión, Reynolds se enteró de la existencia de un tren que hacía traslados de dinero producto de recaudaciones bancarias, lo cual le generó la idea de robar el medio de transporte.
Bruce Reynolds en 1963 Foto:EFE
Este tren tenía la rutina de hacer un largo recorrido desde Glasgow, Escocia, hasta Londres, por lo que era muy predecible la logística de este, y por lo tanto, era mucho más sencillo planificar una estrategia para poder atracarlo.
El gran obstáculo era la Royal Mail, empresa que siempre ha estado encargada de transportar el correo de todo el Reino Unido, y en ese entonces, el dinero de las transacciones bancarias.
Ya en libertad, Reynolds se dedicó a reunir a las personas necesarias para planificar y efectuar el robo. Algunos de estos fueron Ronnie Biggs, Charlie Wilson, Roger Coudrey, Buster Edwards y Jim White, entre otros. Al final se armó un grupo de 15 personas, cada una con su rol específico.
Con la suficiente gente ya reunida, Reynolds y compañía decidieron alquilar una granja para utilizarla como su centro de operaciones. Estaba ubicada en el distrito inglés de Buckinghamshire, a poco más de 60 kilómetros de Londres, cerca al lugar en donde se efectuó el asalto.
El atraco
El 7 de agosto de 1963, el tren custodiado por la Royal Mail se detuvo en un puente ferroviario cercano a un pueblo llamado Aylesbury. El maquinista del tren se bajó para utilizar el teléfono de un poste cercano y comunicarse con la próxima estación.
Sin embargo, el cable del poste ya había sido manipulado por los asaltantes, quienes inmediatamente rodearon al maquinista, lo que hizo más sencilla la toma de la locomotora.
Mientras algunos asaltantes se quedaron con el maquinista, los demás se encargaron de separar el vagón de correos de los demás. Más adelante obligaron al hombre a avanzar con el tren hasta otro puente cercano, donde los esperaban los demás del grupo, junto con un camión, en el cual descargaron todo el botín.
El total del monto robado fue de 2,6 millones de libras esterlinas (cerca de 51 millones de libras actualmente, lo que equivale a más de 265 mil millones de pesos colombianos), las cuales no fueron recuperadas en su mayoría por las autoridades británicas. Inmediatamente, emprendieron su huida hacia la granja, donde se escondieron durante algunos días.
Finalmente, los protagonistas del asalto separaron sus caminos para disfrutar de su dinero. Algunos se exiliaron en países como México, España, Francia, Canadá y Australia, mientras que otros se quedaron en el Reino Unido escondiéndose de las autoridades.
Investigaciones policiales
La Policía no lo pensó dos veces para empezar la investigación pocas horas después del atraco. Un vecino de la granja fue quien alertó a las fuerzas civiles sobre movimientos extraños cerca de esta.
Ya cuando la Policía registró el lugar se encontró con muchos restos de comida, sacos para dormir y bolsas de correo vacías. Sin embargo, se encontraron con un tablero de Monopoly, el cual ayudó a la identificación de los asaltantes, puesto que encontraron huellas digitales en él.
Con el paso del tiempo fueron cayendo varios actores del atraco, lo que obligó a los demás a ser más cuidadosos con sus escondites, al punto de tener que salir del país para no ser capturados.
Uno de los primeros en ser detenidos fue Bruce Reynolds, el principal cerebro de la operación, después de volver al Reino Unido luego de su exilio en México y Canadá, con el objetivo de planear un nuevo atraco.
Reynolds fue detenido en 1968 después de huir de la policía durante 5 años y exiliarse. Pagó una sentencia de 10 años en prisión. En 1998, publicó su autobiografía llamada 'Cruzando la línea: la autobiografía de un ladrón'. Falleció en el año 2013.
Otro de los principales implicados, Charlie Wilson, fue detenido en 1963, mismo año del atraco y fue sentenciado a 30 años de prisión. Sin embargo, este logró fugarse un año después para exiliarse en Canadá. Fue encarcelado, nuevamente, en 1968 para quedar en libertad 10 años después. Fue asesinado en Málaga, en 1990.
La historia del llamado ‘Robo del siglo’ ha sido inspiración para varias películas, series, libros y canciones, la gran mayoría hechas en el Reino Unido, lo que demuestra el gran impacto de este evento en la cultura popular de aquel país.
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