Se sabía que la Supercopa de Europa disputada este miércoles en Estambul entre el Chelsea y el Liverpool, iba a suponer todo un examen para Stéphanie Frappart, la primera mujer que arbitra un partido masculino de máximo nivel de la UEFA, pero salió airosa de la prueba.
Hinchada y comentaristas observaban con atención cada movimiento de la sa, escoltada por sus asistentes, la también sa Manuela Nicolosi y la irlandesa Michelle O'Neill. Así, una falta de Van Dijk en el minuto 4, en el que el holandés bloqueó un pase de Giroud, suscitó unas momentáneas dudas porque la colegiada pitó falta, pero no sacó amarilla.
Mayor fue la polémica en las redes sociales a los minutos siguientes, cuando el atacante 'red' Sadio Mané se arriesgó a una chilena y dio con el balón en el brazo de Christensen.
La afición del Liverpool pedía penalización por mano, pero Frappart no lo consideró: las nuevas reglas establecen que solo se penaliza si los brazos no están en "silueta habitual", y no fue el caso del defensor 'blue', según coinciden la mayoría de los comentaristas.
En el minuto 84 anuló otro tanto al Chelsea por fuera de juego de Mason Mount. Foto:Reuters
Durante toda la primera mitad, Frappart hizo un uso muy modesto del silbato y dejó las amarillas en el bolsillo. En el minuto 40 anuló un gol de Pulisic por fuera de juego, y el VAR le dio la razón.
La hinchada no protestó más de lo habitual. También en la parte complementaria empezó sin amarillas, pese a algunas faltas en ambos lados. Fue en el minuto 34 cuando Frappart comenzó a mostrar mano dura, primero con una amarilla a César Azpilicueta por protestar una falta y en el 39 con otra tarjeta para Henderson, que había derribado a Emerson.
Stephanie Frappart, árbitra sa en la Supercopa. Foto:Reuters
La decisión más polémica pudo ser el penalti que pitó Frappart en en la prórroga, castigando a Adrián que se había tirado a los pies de Abraham. La medida permitió a Jorginho marcar el 2-2 y equilibrar el marcador. Pero tampoco se registró una protesta especial en las gradas de la hinchada roja.
Ni cuando en el minuto 106 le cayó otra amarilla a Alexander Arnold. Se confirmó así lo que dijo Frappart en la rueda de prensa el día antes del partido: "Cada equipo juega distinto, pero el fútbol es lo mismo para mujeres y hombres".
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