A pesar de todos los avances que ha tenido la
fotografía año tras año, aun la fotografía en blanco y negro se considera para retratar los
mejores momentos de la vida.
Hasta la década de los setenta esta era la apariencia normal de las fotografías, cuando ya se pudo hacer imágenes a color, pero no por eso se ha dejado de lado.
En la actualidad este tipo de fotografía se sigue realizando por aquellas cualidades con las que sea caracterizado desde su creación, la nostalgia del pasado y comunicar una emoción, al igual que narrar un mensaje.
De acuerdo con el portal 'Masterclass Photographers', su importancia radica en el impacto que ocasiona en el espectador.
La falta de color en una imagen retrata la emocional idea de un ambiente monocromático, tratando de hacer olvidar a quien la ve de la realidad a color que se vive.
Para lograr este efecto, los expertos utilizan cloruro de plata en placas de peltre, materiales fotos sensibles y una cámara oscura.
Hoy en día, también se conservan aquellos elementos que le permitieron a Louis Jacques Daguerre, crear formalmente este arte.
El arte de la fotografía a blanco y negro también tiene el poder de transmitir atemporalidad y dramatismo, porque las sombras y contrastes son más pronunciados que en una imagen a color.
Además, traen un toque de misterio y profundidad que pueden darle al espectador la sensación de intriga y otros sentimientos como la tristeza o el miedo.
Conseguir una buena foto en blanco y negro, según expertos, es más difícil que una a color, porque hay que estar pendiente de aspectos como las sombras, las escalas de grises y la luz.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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