El 12 de febrero de 1984 el mundo de las letras se despidió del escritor argentino Julio Cortázar. El autor de Rayuela, Los premios,Bestiario o Los autonautas de la cosmopista, que creó junto a su esposa Carol Dunlop, falleció a los 69 años.
En un principio se dijo que había muerto por leucemia, dos años antes su esposa falleció y a pesar que por mucho tiempo se instaló la idea de un cáncer como causa del deceso del autor. Cabe recordar, ahora que se conmemoran 40 años de su deceso, que otra fue la historia de su final.
Según la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, quien tuv un romance con el escritor y fue una de sus amigas más cercanas después, Cortázar en realidad murió de sida y que desarrolló un tumor en 1981. Tristemente, según ella, fue por una transfusión de sangre infectada y luego contagió a su esposa.
Julio Cortázar nació el 26 de agosto de 1914, en Bélgica, y murió en París, el 12 de febrero de 1984. Su miles de cronopios celebran cada año la alegría de su legado intelectual. Foto:EFE
“Ella murió primero, dos años antes que Julio, porque aunque era muchísimo más joven le habían quitado un riñón”, contó Peri Rossi.
“No tengo cáncer, me lo dicen los médicos ses y después nos ponemos a hablar de literatura”, le comentó el escritor también a su amiga uruguaya, quien escribió un libro de Cortázar revelando la causa de su deceso.
En una entrevista publicada en el diario Clarín en 2014, Peri Rossi dijo que “El sida no se había identificado cuando Julio lo contrajo, era una enfermedad sin nombre (…). Lo contrajo porque sufrió una hemorragia estomacal en agosto de 1981 cuando vivía en el sur de Francia. Lo hospitalizaron y le hicieron una transfusión de varios litros de sangre, que después se supo, en medio de un gran escándalo, que estaba contaminada”.
El escritor argentino nació en Bélgica en 1914, hijo de argentinos, pero creció a las afueras de Buenos Aires, en la localidad de Banfield y pasó gran parte de su vida antes de exiliarse durante la última dictadura argentina (1976-1983) y fallecer en París, en 1984.
“Muy sutilmente el narrador nos ha atraído a su terrible mundo, en que la dicha es imposible. Es un mundo poroso, en el que se entretejen los seres; la conciencia de un hombre puede entrar en la de un animal o la de un animal en un hombre. También se juega con la materia de la que estamos hechos, el tiempo. En algunos relatos fluyen y se confunden dos series temporales. El estilo no parece cuidado, pero cada palabra ha sido elegida. Nadie puede contar el argumento de un texto de Cortázar; cada texto consta de determinadas palabras en un determinado orden. Si tratamos de resumirlo verificamos que algo precioso se ha perdido”, describió en una ocasión Jorge Luis Borges acerca de la obra de su compatriota.
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