Frente al racionamiento del agua que enfrentará Bogotá desde el próximo jueves 11 de marzo por el bajo nivel de los embalses, EL TIEMPO consultó con Grupo de Energía Bogotá y el alcalde Carlos Fernando Galán sobre las posibilidades de un racionamiento de energía.
Los embalses Tominé y Neusa, Chuza y San Rafael, que integran el Sistema Chingaza; y Tunjos, Chisacá, así como La Regadera, que conforman el Sistema Sur que surten a Bogotá de agua, se encuentran en niveles críticos.
Con el anuncio de los cortes de agua en Bogotá, surge una nueva duda entre los habitantes de la ciudad, ¿podrá haber cortes de luz?, esto debido a que la energía eléctrica se genera a partir de diferentes fuentes, siendo la hidráulica la que tiene mayor peso al producir, en promedio, el 80 % de la electricidad.
En diálogo con EL TIEMPO, el alcalde Carlos Fernando Galán aseguró que: "La situación en términos de energía también es crítica. El fenómeno de El Niño impacta el nivel del embalse del Guavio. Lleva a la necesidad de atraer energía de otras regiones y, por lo tanto, aumentar la presión en las redes de transmisión".
De la misma manera, aseguró que: "Es importantísimo actuar rápidamente y obviamente es parte del esfuerzo que vamos a hacer desde el Grupo Energía de Bogotá, desde Bogotá y también articulándolos con la nación".
Carlos Fernando Galán dijo que el Concejo de Bogotá va a citar a la alcaldesa y a funcionarios para que expongan qué medidas habían tomado para prevenir el abuso policial. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO
Por su parte, Juan Ricardo Ortega, presidente de Grupo de Energía Bogotá, dijo a EL TIEMPO que el riesgo de un apagón es "inminente", pues afirmó que hay 14.000 viviendas en Bogotá y la región, data center y nuevas fábricas a las que “no se les puede garantizar energía”.
Lo anterior debido a que los proyectos de las redes de transmisión, como Chivor Norte y Sogamoso, que comenzaron hace cerca de 8 años, no han podido avanzar por la oposición de propietarios de bienes, comunidades y por discusiones ambientales.
“Estamos en un momento de enorme vulnerabilidad (…) Si la demanda de energía sigue creciendo y no hay nuevas líneas de transmisión, hay que decidir qué parte de las demandas, en algunas horas pico, no van a poder ser abastecidas”, le dijo Ortega a EL TIEMPO.
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