El presidente Gustavo Petro, en medio de la posesión de Ruth Quevedo como experta de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), habló de sus intenciones de retomar el programa ‘Basura Cero’ en todo el país, que él aplicó hace 10 años siendo alcalde de Bogotá y que le costó una dura sanción disciplinaria en 2013. En ese momento, la capital del país duró tres días con desechos en las calles.
Pongamos unos caminos que sean fundamentales para que exista ‘Basura Cero’ en Colombia, de tal manera que no ayudemos, por mantener unas ganancias, unas codicias particulares..
“Nos despidieron simplemente por desprivatizar un servicio de acuerdo a la ley, el del reciclaje, dentro del aseo. El servicio de aseo había sido privatizado y se pensó que era normal, y que es normal que municipios y regiones provoquen unos sistemas de basuras y otros particulares los entierren”, dijo el mandatario nacional.
Petro explicó que esta estrategia fue aplicada en la ciudad con la intención de aportar a la mitigación del calentamiento global y el cambio climático, y ayudar a los recicladores del momento por medio de la reutilización de residuos.
En la intervención, el presidente le pidió a la nueva comisionada presentarle unas resoluciones para establecer en todos los municipios de manera “obligatoria” el programa ‘Basura Cero’ para, de esta manera, remunerar a los recicladores tradicionales y disminuir las tarifas del servicio de aseo tradicional, es decir, el de enterramiento a cielo abierto de residuos sólidos, que, según el jefe de Estado, se les denomina ahora rellenos sanitarios.
“Pongamos unos caminos que sean fundamentales para que exista ‘Basura Cero’ en Colombia, de tal manera que no ayudemos, por mantener unas ganancias, unas codicias particulares, a agravar los problemas del calentamiento global y, por tanto, de la crisis climática del mundo”, agregó el mandatario de los colombianos.
En el año 2012, cuando Gustavo Petro fue alcalde de Bogotá, puso en práctica un nuevo esquema de recolección de basuras que excluía a los operadores privados como Lime, Ciudad Limpia, Atesa y Aseo Capital para que la empresa pública, Aguas de Bogotá, filial del Acueducto de Bogotá, se hiciera cargo.
Según lo estipulado en el proyecto, lo que se buscaba era crear un sistema dual, en el que se siguieran recogiendo los residuos ordinarios en las rutas existentes, pero también, se incorporarán horarios y puntos de recolección específicos para sacar la bolsa de residuos aprovechables y/o reciclables.
Y de esta manera eliminar progresivamente la necesidad de un relleno sanitario, separando los residuos adecuadamente para reintegrar materia prima valiosa a un ciclo productivo. Pero además, para formalizar el trabajo de los más de 13.000 recicladores que había en esos tiempos en la ciudad.
Quien estructuró ese modelo de aseo fue Diego Bravo, el entonces director de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, junto al director de la Unidad istrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) de esta época, Henry Romero.
En abril de 2012, la Corte Constitucional le dio vía libre al modelo ‘Basura Cero’, por lo que la Uaesp, a través del mecanismo de la urgencia manifiesta, prorrogó los contratos a los operadores privados hasta el 17 de diciembre de 2012.
Aunque en el cabildo distrital hubo concejales que manifestaron estar en desacuerdo con esa estrategia y la calificaron como “inviable”, el 18 de diciembre de 2012, por encima de las advertencias de organismos de control, como la Superintendencia de Servicios Públicos, Petro puso en marcha su programa.
La ciudad duró tres días con basura en las calles. Foto:Archivo particular
Sin embargo, en menos de 24 horas la ciudad colapsó y entró en una crisis sanitaria. Por lo que al siguiente día, Petro reconoció el error de haber puesto en funcionamiento un modelo de aseo sin tener la capacidad para implementarlo.
Dos días después, el 20 de diciembre, llegaron de Estados Unidos a Cartagena los primeros 25 compactadores y barredoras de segunda que se habían exportado para el nuevo modelo.
Pero, las autoridades portuarias dijeron que no podían recibir porque no habían terminado el proceso de importación y en el momento les faltaba una revisión técnico ambiental y técnico mecánica para que pudieran salir del puerto.
Los camiones lograron llegar, pero en varias ocasiones se denunció que algunos fueron dejados en abandono, y tras un mes y medio del funcionamiento de ‘Basura Cero’ se conoció que dicho modelo presentaba un déficit de 17.000 millones de pesos. Debido a esto, la Procuraduría General destituyó e inhabilitó por 15 años a Petro. Pero en abril de 2014, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenó la restitución.
Es una corriente mundial muy exitosa que ojalá se pueda aplicar bien
Diego Bravo, el exgerente del Acueducto que estuvo a cargo de ese esquema de aseo dice hoy que el programa fue un éxito. “Se mejoraron las condiciones de los recicladores de cero a 100. Se apuntalaron los parámetros y la política del aprovechamiento que no estaban en las fórmulas tarifarias. Los avances fueron gigantescos, lo que pasaba es que a la prensa le interesaba maltratar al alcalde. Querían presentar el aspecto negativo del asunto”, aseguró.
Por su parte, María Victoria Vargas, concejal que en ese entonces realizó varios debates de control político, dijo que Petro le asignó funciones a una empresa ya creada –Aguas de Bogotá– que no tenía experiencia y que ese pudo ser el error.
Respecto a aplicar ese modelo en todo el país, Vargas dijo que le parecía bien, pero se requiere mayor tiempo y que hay un tema cultural que no se ha puesto sobre la mesa. “Es una corriente mundial muy exitosa que ojalá se pueda aplicar bien”, expresó.
Jonathan Barrero, ingeniero químico con magíster en Gestión y Evaluación Ambiental de la Universidad Manuela Beltrán, señaló que esta estrategia puede ser viable siempre y cuando los gobiernos locales estén dispuestos a adoptar y financiar programas de gestión de residuos y reciclaje, fomentar y apoyar los programas de educación ambiental para garantizar la separación y aprovechamiento de los residuos.
“También se debe realizar una inversión en infraestructura adecuada y tecnologías avanzadas para el manejo y reciclaje de los residuos, y crear regulaciones y políticas adecuadas”, puntualizó Barrero.
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