El embarazo es una etapa de cambios. Tu cuerpo alberga durante nueve meses una vida que crece y se desarrolla en ti, y aunque, ser madre es una de las experiencias más maravillosas del mundo, lo cierto es que algunas de sus consecuencias no son agradables: aumento de peso, estrías, flacidez, celulitis.
No es un secreto que tu figura pueda verse afectada y recuperarla es clave no solo para llevar una vida saludable sino también sentirte bien contigo misma. Por eso, aquí te presentaremos algunos tratamientos no invasivos para recobrar tu belleza de manera responsable y en poco tiempo.
Para empezar
Primero, debes saber que aumentar de peso durante el embarazo es natural, aunque debe ser controlado y sin excesos. De hecho, se estima que tu masa corporal aumenta entre 11.5 y 16 kilogramos en todo el proceso de gestación, por lo que lo recomendable, según los expertos, es que en el primer trimestre consumas 1.800 calorías, en el segundo 2.200 y en el tercero, 2.400 para suplir tus necesidades nutricionales y las de tu bebé en crecimiento.
Esta ingesta calórica debe ser el resultado de una alimentación balanceada y saludable, por lo que en tu embarazo debes olvidarte de las dietas para no subir de peso. La clave entonces está en comer de todo, en proporciones adecuadas y bajo la guía de un nutricionista.
“Un consejo sería controlar su peso antes del embarazo. Así, los kilos de más durante la gestación serán más fáciles de eliminar y la piel sufrirá menos, evitando la flacidez y las estrías por la gran tensión que se tiene con el crecimiento del bebe”, señala Mauricio Linares Garzón, cirujano plástico y estético.
Así, además de llevar una dieta saludable, también es ideal que realices algunas actividades físicas aptas durante el proceso de gestación, entre las que están la natación, el yoga, los pilates o actividades tan sencillas como caminar al menos 15 minutos al día.
Cavitación
Se trata de un tratamiento que funciona de manera parecida al lipo-láser no invasivo, pero la diferencia está en que aquí la célula grasa es convertida en líquido y se elimina por vía urinaria. Por eso, una de las principales recomendaciones es que tomes mucho líquido (mínimo tres litros de agua al día).
Sin embargo, es necesario aclarar que una parte de la grasa será liberada naturalmente, pero otra deberá ser eliminada mediante algún tipo de drenaje linfático, es decir, mediante masajes manuales o mecánicos.
La cavitación, al igual que el lipo-laser No invasivo, es recomendada para personas que no tengan sobrepeso mayor a tres kilogramos y hayan finalizado el periodo de lactancia. Para este caso, se realizan sesiones cada ocho días, por un período de diez semanas.
Lipo-Laser no invasivo
Este tratamiento es capaz de estimular las células adiposas o grasas del abdomen para que liberen gran parte de su contenido y luego, este sea drenado y metabolizado naturalmente por el cuerpo. De esta manera, la célula grasa reduce considerablemente su tamaño lo que se traduce en pérdida de centímetros para ti. El tratamiento está dirigido “a pacientes que no excedan más de 3 kilos de sobrepeso y que no tengan flacidez ni estrías, ya que solo actúa en la célula grasa”, explica el doctor Linares.
No obstante, debes tener en cuenta que, para iniciar este tipo de tratamiento, debes esperar a que termine el periodo del puerperio y la lactancia, ya que se puede afectar la producción de la leche materna. Por otra parte, el Lipo-Laser no invasivo suele realizarse dos veces a la semana y los procedimientos duran aproximadamente una hora. En cuanto a resultados, debes esperar que entre la tercera y cuarta semana haya una pérdida de seis a ocho centímetros en tu perímetro abdominal.
Spas, otra alternativa
En esta misma línea, hay otros tratamientos posparto que combinan diferentes estrategias para que puedas recuperar tu figura como los masajes corporales que se realizan en las zonas afectadas, los drenajes linfáticos manuales, la aplicación de productos especializados como cremas reductoras con diversos componentes químicos y naturales y las sesiones de gimnasia pasiva, de electroestimulación y de corriente galvánica, entre otras.
“Son intervenciones que se pueden realizar dentro de un spa con ayuda de aparatos y máquinas no invasivas para recuperar la tonicidad, eliminar la retención de líquidos y perder el peso de más ganado en el embarazo. Este tipo de tratamientos requieren de una mayor duración: entre cuatro y seis meses, con intervalos de dos veces por semana”, explica Luz Marina Chávez, esteticista profesional.
Ejercicios focalizados
De otro lado, María Mezzatesta, directora de Figurella Colombia, propone un método que se basa en la realización de 20 minutos de ejercicios dirigidos a zonas específicas del cuerpo, dentro de una especie de cámara térmica, a la temperatura del cuerpo humano, es decir, “no es un sauna, no se suda, no se realiza para eliminar líquidos, sino para quemar grasa localizada y tonificar al mismo tiempo”, explica Mezzatesta.
Luego, la paciente recibe un baño de oxígeno durante 20 minutos más que permite acelerar el proceso de eliminación de grasa y toxinas del cuerpo.
La ventaja, en este caso, es que puedes adoptar este tratamiento, incluso si estás en periodo de lactancia. Sin embargo, si el nacimiento de tu bebé fue por cesárea, deberás esperar tres meses para comenzar los procedimientos, mientras que si fue por parto natural, podrás iniciar un mes de haber dado a luz.
Este método se realiza tres veces por semana con sesiones de una hora. Los resultados los empezarás a notar dos semanas después, pero es importante trabajar por lo menos unos tres meses para que tu cuerpo los memorice.
Para no olvidar
Es indispensable que recuerdes que todos los tratamientos estéticos se deben realizar con la asesoría de un experto que cuente con reconocimiento y trayectoria profesional avalada por instituciones serias y responsables.
Así mismo, aunque hay un sinfín de posibilidades en este campo, no se debe abusar de los tratamientos en su cantidad y frecuencia, pues pueden poner en riesgo tu salud. También debes tener en cuenta que gran parte del éxito o del fracaso de estos tratamientos dependen de tu constancia y disciplina así como de la dieta y la actividad física complementaria que realices para asegurar mejores resultados.