Cada vez los hijos tienen menos opciones de relacionarse con pares cuando son muy pequeños, pues muchos no tienen hermanos y hoy las familias son más pequeñas que hace años. Por eso, la entrada al jardín es fundamental para socializar. Estas son ventajas que usted debe tener en cuenta para valorar los nuevos amiguitos.
• Lo más probable es que las amistades del
jardín infantil no perduren con los años, pero en su momento son definitivas e importantes para el
niño. Por eso, respételas, pregúntele a su hijo por sus compañeros y déles importancia.
• Una de las grandes enseñanzas que recibe el niño en el jardín infantil es aprender a solucionar conflictos. Es probable que todavía no tenga hermanos con quien pelear por un juguete, con quien compartir a la mamá, con quien pelear; pero en el jardín sí los tendrá. Le quitarán el juguete, él hará lo mismo con otro niño, tendrá que compartir a la profesora. Estos primeros problemas son fundamentales para que aprenda a hacerles frente y a saber qué hacer.
• Con otros niños, su hijo mejorará el lenguaje. La mamá siempre le entenderá a su hijo lo que dice, así hable a media lengua. En cambio, los otros niños no. Por eso, al tener que relacionarse con pares tendrá que hacer un esfuerzo enorme por hablar, por hacerse entender.
• Aprenderá a jugar con otros. El
juego tiene una evolución, desde el solitario hasta la diversión con normas claras, ganadores y perdedores. Para que este proceso se dé natural en el niño es clave jugar con otros, porque aprenderá a compartir, a cumplir las normas del juego, a entender qué hacen otros y qué puede hacer él. No es lo mismo jugar con un adulto que compartir diversión con pequeños de su edad.
• Se moverá más. Estar con o con otros niños le permitirá al menor de edad ver todo lo que hacen los demás y esto lo estimulará. Tal vez querrá correr como el compañero, subir las escaleras como el amigo o pedalear en el triciclo. Lo que hacen otros puede convertirse en un motor para él.
• En la medida de lo posible, los padres deben asistir a las actividades a las que los invitan en el jardín. Al hijo le encantará no solo que vean su trabajo, si no mostrarle a sus amigos y que a la vez sus compañeros conozcan a su papá y a su mamá.
• Organice una fiesta de cumpleaños a los tres años. A esta edad, el
niño gozará enormemente con otros, será feliz de unir su mundo familiar con el del
jardín, entenderá qué es su cumpleaños y jugará con los demás. Es un muy buen momento para celebrar.