Las infecciones respiratorias agudas (IRA) se han convertido en compañeras casi inseparables de los niños. Por eso, hay que aprender a diferenciarlas para implementar el mejor tratamiento y evitar complicaciones.
El rinovirus, el coronavirus, la influenza y el virus sincitial son los principales causantes de las enfermedades respiratorias agudas (IRA) en los niños.
Son producidas generalmente por virus y afectan desde la nariz hasta el pulmón. Los diferentes cuadros clínicos, muchas veces, no son fáciles de diferenciar y los padres, por lo general, terminan creyendo que siempre es una gripa.
Usualmente, entran por la mucosa nasal e inflaman las estructuras altas, produciendo secreciones abundantes en la nariz y dolor de garganta. Cuando los niños son menores de 2 años, los pulmones y la tráquea se pueden afectar fácilmente.
“Los síntomas dependen de la virulencia y la respuesta de las defensas del paciente. Entre más pequeño es el niño, tiene mayores posibilidades de sufrir complicaciones, inclusive en el pulmón, pues se pueden tapar fácilmente las vías aéreas por las secreciones y la hinchazón”, opina la neumóloga pediatra Danitza Madero.
Cualquier persona que se contagie de una patología viral, que afecte el tracto respiratorio, puede adquirir una infección bacteriana. Esto ocurre cuando no se trata adecuadamente la enfermedad y los daños ocasionados por las abundantes secreciones permiten la aparición de gérmenes. Las consecuencias serían, por ejemplo, una otitis o una neumonía, enfermedades que requieren tratamiento medicado.
Cuando el niño esté en el jardín, puede tener una infección respiratoria al mes. Incluso en época de epidemias, cuando hay lluvias, puede padecer hasta dos o tres cuadros virales diferentes. Sin embargo, los menores se mejoran en cuatro o cinco días, si están bien alimentados.
Esto ocurre porque el sistema inmune es uno de los que nace más inmaduro y a medida que va creciendo produce mayor cantidad de anticuerpos.
Por eso, cuando un niño se expone a una infección queda una memoria inmunológica para combatir ese virus en próximas ocasiones.
Tratamiento adecuado
Lo principal es aliviar los síntomas para evitar complicaciones. El suero fisiológico es muy útil para despejar la nariz y quitar la congestión nasal. Además, se pueden utilizar analgésicos para aliviar el dolor de garganta. Estas afecciones normalmente duran entre tres y cinco días y se acompañan de fiebre.
Cuándo correr a urgencias
Hay varios signos de alarma para identificar la gravedad de la enfermedad. Es importante tener en cuenta que si el niño es menor de 2 años debe haber una evaluación médica urgente.Respiración veloz: el niño respira muy rápido o más veces de lo normal.Cianosis: los labios y los dedos presentan un color morado que indica menos oxígeno en la sangre.Dificultad para respirar: el niño empieza a utilizar músculos que usualmente no se usan para respirar, como los de las costillas y el cuello. Por eso, el diafragma se eleva y el abdomen se hunde.Inapetencia: el niño rechaza o no tolera la comida.