El primer factor de impacto en el desarrollo de un bebé es el estado anímico de la madre; así, que si durante el embarazo ella estuvo estresada o con mala nutrición, el pequeño tendrá, de alguna manera, problemas de salud. Esta conclusión, aunque conocida y divulgada por especialistas en el mundo, fue medida, a profundidad, de manera cuantitativa. Así se desprende de un estudio realizado por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, denominado ‘Impactos de la salud neonatal en el desarrollo cognitivo de los niños’.
Por otro lado, la investigación pudo determinar, según David Figlio, uno de los docentes y doctores que adelantaron el estudio, que “no es igual ser un niño enfermo en estrato seis que un niño saludable en estrato uno”. Con ello quiere decir que un niño enfermo, pero que tiene condiciones sociales y económicas superiores, posee más posibilidades de mejorarse, frente a un niño saludable, pero sin un entorno económico que le permita acceder a una educación mejor. Además, explicó el experto, “hay que tener en cuenta que los factores sociales, económicos y de formación de la madre son, en sí mismos, aspectos que influyen en el desarrollo de los bebés”.
Un subtema que analizó el estudio fue el de los gemelos, de los que se logró estudiar a 14.000 pares, para encontrar que “siempre el niño de mayor peso y tamaño gozaba de mejor salud y, en su desarrollo escolar –analizado hasta los 16 años–, estos niños eran los que presentaban mejor respuestas. “Si existiera una mejor comunicación entre los centros de salud y las escuelas, se podría impactar positivamente en los resultados de la educación de los niños”, al ligar un embarazo saludable con una formación adecuada del niño, dice Figlio.
Esto explica el objetivo de la investigación en Estados Unidos, que fue establecer, de manera coordinada, un entendimiento entre las escuelas y los proveedores de servicios de salud, para que las instituciones educativas destinen sus recursos de manera más eficiente.
Un estudio de patrones sociales
El trabajo tomó como uno de sus principios de análisis el impacto del peso al nacer en el desarrollo cognitivo escolar. Para ello combinó bases de información sobre el nacimiento y el desempeño escolar de cada niño nacido en el estado de la Florida, desde 1992 hasta el 2002, y así obtener información de alrededor de 1,3 millones de niños de madres de minorías raciales y que nacieron en el extranjero. David Figlio anotó que se eligió esta población porque es la que podría verse más afectada en el desarrollo del feto, como del niño al nacer, por su condición socioeconómica y estabilidad emocional.
Adicionalmente, el estudio logró confirmar que en los Estados Unidos, donde se origina la investigación, los niños resultado de embarazos de las 37 semanas, considerados a término en ese país, tienen un estado de salud no tan bueno como “los que superaron estas semanas o llegaron hasta las 40”, indica Figlio, uno de los cuatro coautores de la investigación, quien estuvo en el país invitado por el Icfes para presentar este estudio, en busca de orientar a las instituciones médicas y educativas.